sábado, 19 de octubre de 2013

EL CHICO DE LA ÚLTIMA FILA

“El chico de la última fila” es una obra sobre maestros y discípulos; sobre padres e hijos; sobre personas que ya han visto demasiado y personas que están aprendiendo a mirar. 



Una obra sobre el placer de asomarse a las vidas ajenas y sobre los riesgos de confundir vida y literatura. Una obra sobre los que eli­gen la última fila: aquella desde la que se ve todas las demás.

En el Teatro Galileo de Madrid (C/Galileo, 39) Del 16 de octubre al 10 de noviembre de 2013.

Juan Mayorga, el autor, se muestra feliz e incluso emocionado de que su obra se represente precisamente en el barrio donde él se crió, ya que cuenta la historia de un niño que pasa a ser hombre, justo lo que él mismo ha experimentado allí. “El chico de la última fila” está siendo una obra de larga duración, no solo por la magnífica película realizada en Francia sino también por las constantes representaciones en numerosos países. Desde su estreno en octubre del 2006 se han llevado a cabo once montajes profesionales y varios más que están actualmente en proyecto. Según su criterio no existe una puesta en escena definitiva pero la que se está representando ahora en Madrid le parece realmente excelente.

Es un texto tremendamente imaginativo que hará que el espectador asocie imágenes ya que los seis actores convocan la complicidad del público. Además valora mucho el trabajo que realizan codo con codo todos los miembros de la compañía y la generosidad con que se escuchan unos a otros ofreciendo siempre algo a los demás.

En opinión de Mayorga, la obra continúa interesando porque trata sobre la escuela y la familia, siendo ambos un lugar de encuentros y desencuentros, logrando que el espectador encadene su propia experiencia. La imaginación es el nervio de la vida y el núcleo de “El chico de la última fila” es la capacidad de imaginar la vida tanto dentro como alrededor, el impulso creador de imaginar las vidas ajenas. Y muestra al mismo tiempo la formación de un escritor.

También señala el autor la originalidad de este nuevo montaje porque todos los actores están constantemente en escena turnándose en la acción y ofreciendo un punto de vista al mismo tiempo que el público puede tener el suyo. En algunos momentos se dan distintos planos de realidad e imaginación a la vez, pero todo magistralmente hilvanado ya que la elocuencia de los actores permite transformar el escenario en lo que sea.

Miguel Lago, intérprete del profesor, considera “El chico de la última fila” como una obra maestra de la literatura contemporánea española que incita al debate y que curiosamente debutó antes en Francia que en nuestro país. Pese a las dificultades que atraviesa actualmente el teatro profesional, se les abrió una puerta gracias a este texto  que engancha y dice tantas cosas. Lago espera que en el futuro sea recordado como la obra maestra que sin duda es.

Oscar Nieto San José, el protagonista y nueva incorporación a la compañía, reconoce que anteriormente solo tenía algunas nociones sobre su personaje y que cuando tuvo la oportunidad de enfrentarse a él descubrió que tenía su lado siniestro pero en realidad era como tantos otros. Esos que se esconden en la última fila para no mostrarse pero que en realidad podrían ser y son como cualquiera de nosotros.

 



Fotos y comentario:  © Javier León para Agolpedeefecto.

Publicado por Estrella Savirón, octubre 2013. 
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