miércoles, 30 de abril de 2014

EL JARDIN DE LOS CEREZOS

El jardín de los cerezos, en el Teatro Nuevo Alcalá



El teatro de Anton Chéjov cubre el entarimado del Nuevo Alcalá. Fundación UNIR produce El jardín de los cerezos, una de las mejores muestras de teatro del maestro del subtexto.

La compañía Teatro de Cámara Chéjov sube a escena el texto que cumple ya más de un siglo. El texto es uno de los más representativos de la obra de Anton Chéjov. Bajo la dirección de Ángel Gutiérrez, el Teatro de Cámara Chejov se caracteriza por una manera muy particular de interpretar, algo que logran con especial intensidad en “El jardín de los cerezos”, donde se ofrece un fluido vital semioculto tras los diálogos de los personajes.

La compañía es fruto del esfuerzo de Ángel Gutiérrez que hace 34 años se propuso importar a nuestro país el teatro ruso. Puedes consultar la ficha técnica completa y el staff de la obra en UNIR Teatro.

Fuente: http://revista.unir.net/



SINOPSIS    

El Jardín de los Cerezos es una obra vieja, tiene más de 100 años, pero nadie sabe de qué trata. Algunos recuerdan que la hacienda de la noble dueña Ranievskaya se vende por deudas, y que un tal Lopajin (un nuevo rico) intenta convencerla para poder recuperarla. Hace falta dividir la tierra en parcelas y venderlas para arrendar casas de veraneo. Ella rechaza su consejo y finalmente, en la subasta, celebrada el 22 de agosto, el mismo Lopajin compra el Jardín de los Cerezos. Durante toda la obra los personajes de Chéjov se divierten, hacen un picnics, toman copas, cantan, bailan se olvidaban incluso de la belleza de la naturaleza que les rodea.

Y en este ambiente, un sonido enigmático y misterioso aparece durante toda la obra. Nadie sabe qué significa ese sonido ni de donde procede. Es un sonido suave, triste, pero todos se asustan, permanecen inmóviles, pensativos. Lubov Andreievna, Ranievskaya tiembla estremecida, está a punto de desmayarse. Luego, sólo un infinito silencio se extiende desde su alma al cielo, a las estrellas. Nada, ni un sólo sonido; y de nuevo el mismo insoportable gemido. Es la voz que grita eternamente en nuestra alma, nos acusa por todo lo que hemos hecho.


Es una voz de confusos y vanos arrepentimientos de infinitos días perdidos, de esperanzas muertas, la voz de todo lo engañoso y perdido, de todo lo que hemos conseguido y de lo inaccesible... Y parece que en un solo instante sabremos para qué vivimos, cuál es el sentido de nuestra vida, de dónde venimos y a dónde vamos...



Fotos:  © Paco Riquelme para Agolpedeefecto. 

Publicado por Estrella Savirón, MAYO 2014.
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