El teatro de Anton Chéjov cubre el entarimado del Nuevo
Alcalá. Fundación UNIR produce El jardín de los cerezos, una de las mejores
muestras de teatro del maestro del subtexto.
La compañía es fruto del esfuerzo de Ángel Gutiérrez que
hace 34 años se propuso importar a nuestro país el teatro ruso. Puedes
consultar la ficha técnica completa y el staff de la obra en UNIR Teatro.
SINOPSIS
El Jardín de los Cerezos es una obra vieja, tiene más de 100
años, pero nadie sabe de qué trata. Algunos recuerdan que la hacienda de la
noble dueña Ranievskaya se vende por deudas, y que un tal Lopajin (un nuevo
rico) intenta convencerla para poder recuperarla. Hace falta dividir la tierra
en parcelas y venderlas para arrendar casas de veraneo. Ella rechaza su consejo
y finalmente, en la subasta, celebrada el 22 de agosto, el mismo Lopajin compra
el Jardín de los Cerezos. Durante toda la obra los personajes de Chéjov se
divierten, hacen un picnics, toman copas, cantan, bailan se olvidaban incluso
de la belleza de la naturaleza que les rodea.
Y en este ambiente, un sonido enigmático y misterioso
aparece durante toda la
obra. Nadie sabe qué significa ese sonido ni de donde
procede. Es un sonido suave, triste, pero todos se asustan, permanecen
inmóviles, pensativos. Lubov Andreievna, Ranievskaya tiembla estremecida, está
a punto de desmayarse. Luego, sólo un infinito silencio se extiende desde su
alma al cielo, a las estrellas. Nada, ni un sólo sonido; y de nuevo el mismo
insoportable gemido. Es la voz que grita eternamente en nuestra alma, nos acusa
por todo lo que hemos hecho.
Es una voz de confusos y vanos arrepentimientos de infinitos
días perdidos, de esperanzas muertas, la voz de todo lo engañoso y perdido, de
todo lo que hemos conseguido y de lo inaccesible... Y parece que en un solo
instante sabremos para qué vivimos, cuál es el sentido de nuestra vida, de
dónde venimos y a dónde vamos...
Fotos: © Paco Riquelme para Agolpedeefecto.
Publicado por Estrella Savirón, MAYO 2014.