Luís
Merlo y Carlos Hipólito,
con la ayuda de Gerardo Vera, dejarán patas arriba una sucursal bancaria
y un matrimonio en la última comedia de Jordi Galcerán. En la línea de
Burundanga, Fuga y El Método Gronholm, nada es lo que
parece
EL CREDITO en el TEATRO MARAVILLAS de Madrid desde el 27 de septiembre 2013.
"Si nos dedicamos a lubricar engranajes o a traducir manuales de instrucciones quizás no nos crucemos nunca con las personas a las que nuestro trabajo afecta íntimamente. Ahora bien, si nos relacionamos directamente con individuos de carne y hueso hay trances difíciles de evitar. Para los médicos, los tenderos, los policías municipales o cualquier otra profesión en la que el contacto es inevitable, los problemas pueden aparecer en cualquier momento. Y si eres director de una sucursal bancaria, todavía peor. Si eres director de una sucursal, hoy en día, las cosas pueden llegar a complicarse de manera alarmante. Y es que hasta ahora, en nuestro civilizado mundo, cuando alguien necesitaba dinero iba al banco y pedía un crédito. La mayor parte de las veces tú se lo concedías, pero si no era así, callaban y volvían para su casa, cabizbajos, conformados, pensando que las cosas iban muy mal, que el crédito no fluía y te dejaban en paz. Hoy ya no puedes confiarte. Hoy, quizás, cuando les niegues el crédito ya no se irán para casa con el rabo entre las piernas. Hoy quizás se plantarán delante de ti y mirándote a los ojos, pondrán las cartas sobre la mesa y te dirán que son ellos los que tienen la sartén por el mango, que si no les das el dinero tomarán medidas, medidas de gran potencia. Nada violento, no, hasta ahí podríamos llegar, pero hoy, si no les sueltas la pasta, quien sabe si la amenaza será cierta y llevarán a cabo esa acción que puede convertir tu vida en una auténtica catástrofe".
Gerardo Vera, director del montaje, asegura que todo ha ido
sobre ruedas desde el instante en que le ofrecieron dirigir esta obra. Se trata
de su primera incursión en la empresa teatral privada y le está muy agradecido
a Jordi Galcerán por escribir algo que ha conseguido ponerle las pilas y a los
dos actores por hacer que todo fluyera de forma tan fácil. En cada función han
comprobado como el público se entrega a pesar de que la peripecia narrada
resulte en principio poco verosímil. Vera afirma que nunca se había sentido tan
conectado a un autor y que ha sido una experiencia gozosa reflejar el mundo del
texto.
Jordi Galcerán, autor de la obra, nos revela que empezó a
escribir esta comedia hace más de un año ya que su forma de trabajar es lenta y
continuamente está retocando el resultado final y eliminando cosas. La historia
arranca cuando un hombre en una deplorable situación económica acude a un banco
a solicitar un crédito sin más aval que su palabra. El banco por supuesto se lo
deniega y él hace una absurda insinuación que provoca que la aparentemente
perfecta vida del banquero empiece poco a poco a desmoronarse.
El autor afirma no tener del todo claro lo que va a salir
una vez comienza a escribir, él se deja llevar. El tema de esta obra es la
vulnerabilidad. Uno de los personajes lo ha perdido todo y el otro cree tenerlo
todo. Pero hoy en día vivimos con la sensación de que la estabilidad de
nuestras vidas puede irse al traste de golpe. La obra juega con este temor
pero, eso sí, en tono de comedia y sin ánimo de profundizar en una crítica
social. El objetivo es contar una buena historia y crear personajes que tengan
cierta humanidad. El espectador se identificará con ambos, además la puesta en
escena es bastante sencilla, basada en el arma de la pura interpretación.
Carlos Hipólito, uno de los protagonistas, sí encuentra que
la obra lleva intrínseca una cierta crítica a la sociedad actual y que hará
reflexionar provocando que los espectadores abandonen las butacas hablando del
tema. En su opinión Galcerán escribe un teatro para ser interpretado, a
diferencia de muchos textos que sólo parecen funcionar sobre el papel y no en
el escenario. Espera ansioso tener la oportunidad de repetir en el futuro ya
que afirma también que la reacción del público ha sido muy bonita.
Luís Merlo, el otro protagonista, comenta que no le gusta la
gente graciosa pero sí la gente con sentido del humor. Durante los ensayos han
llegado a reírse tanto que a la quinta carcajada ya no sabían ni de qué. En la
obra se demuestra cómo no todo es siempre lo que parece y a menudo se acumula
mucho polvo debajo de la alfombra en la vida de un personaje como el que
interpreta Hipólito. Mientras que el suyo, habiéndolo perdido ya todo, puede
jugársela y arriesgarse a lo que sea. Es un tema que de entrada parece poco
susceptible de convertirse en comedia pero Galcerán lo consigue con sus
magníficos diálogos. También hay muchos matices sobre los personajes que quedan
latentes aunque no patentes. Merlo asegura que el poder trabajar con el resto
del equipo ha sido un auténtico regalo.
Fotos y comentario: © Javier León para Agolpedeefecto.
Publicado por Estrella Savirón, septiembre 2013.